Desterrado de Florencia y sosteniendo un candelabro, Maquiavelo descendía en secreto por una bodega subterránea debajo de su casa familiar, por ese túnel él accedía a un rincón de una bulliciosa taberna para beber vino, mezclarse con campesinos, caminantes y jugar a la cartas con el carnicero y posadero.
Fue en esataberna, apropiadamente conocida como L'Albergaccio donde Maquiavelo escribió "El Príncipe", donde pensó que un gobernante debería ser manipulador y con derecho a usar "todos los medios para justificar sus fines".
Su estilo de vida libertino y su relación con la gente de aquella taberna, le permitió según dijo "evitar que su cerebro se llene de moho y ventilar su furia contra la perversidad de su destino".
Este vino tinto de uva Monastrell, viña selecta está inspirado en aquella anécdota.
En las reuniones improvisadas y en sitios insospechados, con todo tipo de gente se suceden situaciones llenas de momentos únicos.