La verdadera historia de los vinos de Vivanza, yace en las fincas donde crecen sus viñedos a finales del siglo XIX. Las variedades de uva se recogen de forma independiente a mano cada una en su momento óptimo de maduración, de selecionadas parcelas con la cosecha de mejor calidad. Son sometidas a una maceración prefermentativa a 10ºC para obtener mayor complejidad aromática. La fermentación y maceración tiene una duración de 15-20 días a una temperatura no superior a 25ºC, para potenciar las características varietales de cada vino.