Expresión de los aromas y sabores de un viñedo antiguo de tempranillo, plantado al cuadro a 550 m de altitud, en 1960. Madurado durante 12 meses en un pequeño huevo de hormigón, logrando en su interior un contacto fluido y constante del cino con sus lías, sin intervención humana, otorgándole una tremenda complejidad y respeto varietal.