Las uvas con las que se elabora Atteca Armas provienen de ciñedos localizados en laderas a elevada altitud, plantados sobre suelos pedregosos de pizarra. Los pequeños racimos de estas viejas vides cosechados a mano son meticulosamente elaborados para dar un vino muy sofisticado y elegante, el enólogo se esforzó por crear un vino que personificara las muchas décadas de la viticultura en esta remota región. La elegancia del vino es evidente en su color vivo y sabores de arándanos con recuerdos de frambuesas que persisten en un largo final de boca.