Las uvas para este excepcional vino proceden de viñedos de Garnacha vieja aferrados a terrenos accidentados situados en las estribaciones del Moncayo. Un bajo rendimiento, inferior a cutro toneldas y media de uva por hectárea, nos proporciona un vino con un color muy profundo, rico y aromático con una gran concentración de sabores de moras, fresas y tonos de cuero, vainilla y ciruelas.